En La Habana tenemos varias opciones de alojamiento:
En nuestros 3 días en la Habana probamos unos cuantos restaurantes y cafeterías. Hemos hecho nuestro filtro y aquí te dejamos algunos altamente recomendables.
Paladar Doña Eutimia (Habana Vieja): nos sorprendió gratamente este paladar escondido en un callejón de la Plaza de la Catedral. No debe ser ningún secreto la calidad de su comida, porque estaba repleto. Pero tuvimos la suerte de conseguir mesa tras un ratillo de espera, que mereció la pena sin lugar a dudas. Probar la ropa vieja, ¡espectacular!
Lamparilla 361 (Habana Vieja): entramos a este sitio de casualidad por cercanía a nuestro alojamiento y acertamos sin duda. Muy buen servicio, decoración acogedora y unas tapas muy ricas de comida cubana y criolla. Se estaba tan a gusto que nos quedamos a tomar unos mojitos muy bien preparados.
Decameron (Vedado): En plena calle Línea se encuentra este restaurante donde el trato es excelente y la comida exquisita. Ofrece un amplio menú de platos del país, buenas carnes, buenos postres. Todo lo que probamos estaba buenísimo. Tiene una curiosa decoración con relojes antiguos que le da un toque especial.
Lo mejor es patear, perderse por sus calles, ir atravesando barrios y respirar el ambiente. Pero como hay que dar un respiro a las piernas de vez en cuando, en La Habana hay varias opciones para moverse.
En nuestra estancia de 3 días en La Habana nos perdimos entre las calles de Habana Vieja, caminamos y caminamos pasando de un barrio a otro, nos adentramos un poquito en la Historia de la isla a través de sus museos y de sus plazas y lugares históricos, charlamos con lugareños, nos dejamos embelesar por su música, observamos el ambiente nocturno de el Malecón y nos bañamos en las fantásticas Playas del Este.
Plaza de la Catedral: En esta plaza destaca la fachada barroca de la Catedral de San Cristóbal de La Habana. Se puede subir a una de las torres de la catedral por 1 CUC. También puede visitarse el Centro Wilfredo Lam, que muestra la obra del pintor cubano así como de otros artistas locales e internacionales. El Museo de Arte Colonial es una visita interesante para conocer la decoración tradicional que se expone en una de las mansiones más antiguas de la ciudad, el palacio de los Condes de Casa Bayona.
Plaza de las Armas: Es una agradable plaza convertida en mercado de libros. Está rodeada de edificios coloniales como el Palacio de los Capitanes Generales, sede del Museo de la Ciudad. En esta plaza el Castillo de la Real Fuerza, cuya torre está coronada por la Giraldilla.
Plaza de San Francisco, en la que se encuentra una de las fuentes más bonitas y con mayor simbolismo de La Habana, la fuente de los leones. La plaza está rodeada de edificios de interés como el Convento de San Francisco de Asís, la Lonja Comercial o la Terminal de Sierra Maestra.
Otra plaza indispensable en nuestros 3 días en la Habana fue la Plaza Vieja, rodeada de coloridos soportales que dan entrada a edificios barrocos y de art nouveau.
Independientemente de los lugares de interés que marcan las guías y blogs de viajeros como nosotros, lo mejor que puedes hacer en 3 días en La Habana, es caminar y caminar por sus calles. Calles coloridas, calles oscuras, acercas convertidas en salas de juegos de cartas, mercados agropecuarios en los que uno duda si entrar, coches antiguos mezclados con los huevitos amarillos que acercan a los turistas a los puntos claves de la ciudad… No perderse la calle Obispo y la calle Mercaderes.
Bodeguita de en Medio: No es un edificio colonial que albergue ningún museo, pero aquí se respira historia. Hemingway la lanzó a la fama, pero tras él han pasado multitud de personalidades que han dejado su firma en las paredes. No teníamos muchas espectativas con respecto a este lugar, pensando que se habría convertido en una atracción turística más para los grupos organizados. Pero dejando los prejuicios atrás, le dimos una oportunidad. Y nos encantó. Quizás el hecho de que cuando fuimos no había nadie, literalmente, hizo que el rato que pasamos tomando un mojito charlando con los médicos detrás de la barra, camareros de profesión, se convirtiera en uno de los momentos del viaje para recordar.
Un paseo por Centro Habana nos lleva a lugares históricos como el Capitolio. Por fuera recuerda al Capitolio de Washington, pero dicen que merece la pena ver el interior. Cuando fuimos lo estaban restaurando así que tuvimos que dejar la visita para un «cuando volvamos». Escondida tras el Capitolio se encuentra la Fábrica de Partagás, que puede también visitarse.
Si seguimos caminando hacia «Vedado» nos toparemos con el Barrio Chino de La Habana
En uno de los laterales del Capitolio se encuentra el Parque Central, que contiene la primera estatua de José Martí que se levantó en Cuba y que hoy se encuentra rodeada de palmeras. Desde el parque puede verse el Gran Teatro de La Habana. Aquí se encuentra también el Hotel Inglaterra, uno de los mejores de la ciudad. Merece la pena hacer un alto en el camino y tomar algo en su terraza, amenizada casi sin interrupciones por música cubana en vivo. Por la noche, el parque se convierte en lugar de reunión de jóvenes con la música la hombro.
Desde el Parque Central parten algunas vías que merece la pensa pasear, como la calle San Rafael, una calle peatonal comercial con mucho ajetreo, o el Paseo Martí o Prado, un imponente Boulevard que nos lleva hasta el Malecón.
Para conocer un poco más de cerca la Historia de la isla podemos visitar el Museo de la Revolución, ubicado en el antiguo Palacio Presidencial y en el que quedan testimonios del intento de asesinato del dirigente Fulgencio Batista. En el museo hay todo un arsenal de documentos y fotografías que cuentan al visitante la historia de la revolución.
En Vedado se encuentra la Universidad de la Habana, a la que se accede por una imponente escalinata .
Otro de los puntos de interés es la Plaza de la Revolución. Esta enorme plaza ha sido el lugar elegido para grandes discursos de dirigentes cubanos, lo que la ha convertido en símbolo de la Revolución. Acoge el monumento a José Martí y homenajes a célebres de la revolución cubana como Che Gevara en las fachadas de los edificios.
Y por último, no puedes irte de La Habana sin haber visto atardecer en el Malecón. Lugar de reunión de los cubanos, bebida en mano y con el son cubano de fondo. Otra forma de contemplar el Malecón desde otra perspectiva es tomando un mojito o lo que se te antoje, en la terraza del Hotel Nacional. El vestíbulo del hotel merece por sí solo la visita.
No hace falta irse hasta Varadero o los Cayos para disfrutar de las paradisíacas playas de Cuba. Arena blanca y aguas turquesas nos reciben a poco más de 20 kilómetros del centro de La Habana. Nosotros hicimos el trayecto en taxi. Una media hora por 20 CUC ida y vuelta, pero también se puede llegar en guagua desde el Parque Central por 5 CUC ida y vuelta o en taxi colectivo.
Este fue nuestro paso de 3 días en La Habana, una ciudad que no deja indiferente. Si estás planeando tu viaje a Cuba y te queda alguna duda sobre la Habana, ¡No dejes de comentar!
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