Estrasburgo está situada en el Bajo Rin (o norte de Alsacia). Su historia y estética mestiza se debe a su ubicación geográfica, que le ha impedido evitar todo tipo de conflictos políticos. Tampoco le ha evitado estar en medio de muchos movimientos culturales, pasando por aquí, por ejemplo, Gutemberg y su imprenta, Calvino, impulsor del movimiento de la Reforma Protestante, o escritores como Rousseau, Dumas o Victor Hugo.
Estrasburgo no es sólo la capital de Alsacia, sino que también lo es de Europa y de la nueva región francesa “Gran Este” (compuesta por Alsacia, Lorena y Champaña-Ardenas desde la reestructuración francesa de regiones de 2016).
Nosotros llegamos la última semana de noviembre, cuando todas las decoraciones y mercadillos navideños están ya puestos o a punto. Estos últimos forman el mercado más antiguo de Europa con 450 años de historia. El más concurrido es el de la plaza de la Catedral.
La llamada Gran Isla de esta ciudad de más de un millón de habitantes se abarca en menos de media hora andando de un lado a otro. Sus canales son hijos del rio Ill, afluente del Rin. Así que empezar por el encantador barrio de la Petite France suele ser buena idea.
Si quieres conocer Estrasburgo en 2 días, no te puedes perder la Petite France es quizás el barrio más pintoresco del casco antiguo de Estrasburgo. Es un barrio medieval muy cuidado que ahora es escaparate de anticuarios, artesanos y calles empedradas. Antiguamente eran los pescadores, molineros y curtidores quienes lo ocupaban.
Este barrio a ras del río Ill (afluente del Rin), con sus canales y fachadas de madera de las casas que se reflejan en sus aguas es un agradable paseo (si el tiempo acompaña) por donde comenzar a conocer la ciudad.
Hacia la punta “isleña” de oeste está una especie de terraza panorámica: la presa Vauban. Construida alrededor de 1690, está a unos metros de los Puentes Cubiertos, la Presa Vauban o Gran Esclusa, e inundaba el sur de la ciudad en caso de necesidad. En la cima del edificio se ha acondicionado una agradable terraza panorámica de la ciudad y sus canales.
Los Puentes Cubiertos ya no tienen los tejados que sí tenían en el siglo XVIII. Sus cuatro torres, vestigios de antiguas murallas, ofrecen quizás la postal más conocida de la ciudad.
ENTRADA: GRATIS (De abril a septiembre: todos los días de 9.30 a 13h y de 13.30 a 20h. De octubre a marzo: todos los días de 10 a 13h y de 13.30 a 18h. Última ascensión 45 min. antes del cierre.)
La catedral de Estrasburgo es una obra maestra absoluta del arte gótico. Hasta el siglo XIX fue el edificio más alto de toda la cristiandad. Construida sobre una catedral románica, de la que sólo queda la cripta y rastros de su emplazamiento, las obras se iniciaron en 1015. Estas terminaron en 1439 con la aguja del edificio actual, de estilo gótico.
Su fachada es un prodigio ornamental y su torre (8 euros adultos, niños hasta 5 años: gratis), y sus 330 escalones te regalarán vistas hasta la Selva Negra. Dicen que Goethe, cuando estudiaba aquí, subía para vencer su vértigo.
El reloj astronómico (entrada: 4 euros para adultos) de época renacentista y cuyo mecanismo data de 1842 es una obra maestra en sí misma; el desfile de los Apóstoles se puede contemplar todos los días a las 12.30 h. Este peculiar reloj da la hora, e informa de la fecha, la fase lunar y la posición de los planetas.
Vecina de la Catedral es la Casa Kammerzell (siglo XIX), que claramente llama la atención en su fachada. Sus motivos profanos y sagrados atraen la mirada de todo paseante. En el interior del edificio, se pueden admirar las magníficas pinturas murales de Leo Schnug, realizadas hacia 1905.
En el barrio de la Catedral abundan los templos y edificios emblemáticos, como el Neue Bau, antiguo ayuntamiento y actual Cámara de Comercio. Cerca está la que se conoce como la catedral protestante de Estrasburgo, la Iglesia Luterana de santo Tomás. En 1778 Mozart se alojó durante un mes en la ciudad tocando aquí 3 conciertos. Por supuesto, se puede admirar el órgano que utilizó.
Pegado al sur se encuentra el impresionante Palacio de Rohan, sede de los museos de arqueología, de artes plásticas y decorativas.
Cerca de Notre Dame, al sur de la isla, se encuentra el barrio de Krutenau. Este barrio estaba atravesado por canales, y era donde residían los barqueros y los pescadores, de los que muchos nombres de calles conservan el recuerdo. Contiene tiendas muy variopintas y curiosas, restaurantes de todos los gustos y es la zona principal de museos. Si lo que se busca es una noche animada, también es la zona adecuada.
Aquí encontramos los Baños municipales, la Escuela Superior de Artes Decorativas con los bellos frescos de su fachada, el Museo Zoológico, la fuente de los Zuriqueses…
En el centro del casco antiguo, al norte de la Catedral está la plaza Kléber, que es lo más parecido a una plaza mayor, con tiendas y cafés siempre llenos por turistas y trabajadores de la zona.
Fuera de la “isla”, Estrasburgo no deja de ser bonito. Al otro lado del canal se encuentran, entre otros, la universidad, el barrio europeo o el Neudstat.
Cruzando por el nordeste de la isla se encuentra el Palacio de Justicia y la iglesia protestante de San Pedro el Joven. La iglesia es un precioso edificio que contiene un interior abovedado de estilo gótico, frescos del siglo XIV y un claustro ajardinado. Su entrada es gratuita, aunque no se puede visitar los domingos por la mañana.
También al nordeste, la Ópera Nacional (Neoclásica, 1821) y antiguo Teatro Napoleón, ya te antepone con sus edificio a la grandiosidad del Neudstat. La “Ciudad Nueva” o barrio alemán fue construía entre 1880 y 1914 como una exhibición del poderio Prusiano por su victoria a los franceses. Tras la derrota francesa de 1870, donde se aniquilaron 3 de los 4 barrios de Estrasburgo, Alemania proyectó hacer de Estrasburgo la capital del Reichsland de la Alsacia y la Lorena. El barrio, que en aquel entonces se conocía como “la nueva ciudad”, fue diseñado con amplias calzadas, edificios administrativos y culturales y elegantes inmuebles de viviendas.
La arquitectura estilo imperial germánico se ve claramente en el Palacio del Rin, el Teatro Nacional y la Universidad. Se cuela la arquitectura francesa con el palacio que alberga el consejo de Europa y el Parque de la Orangerie.
En el centro de la plaza Plaza de la República se alza un monumento a los residentes de Estrasburgo que vivieron calamidades en ambas Guerras Mundiales. Su escultura consiste en una madre con dos hijos, muerto uno de ellos por Francia, y el otro por Alemania.
A casi tiro de piedra al norte se encuentra la “zona europea”, donde se agrupan edificios de cristal de varias instituciones europeas. Depende de tus intereses, igual no es fundamental para conocer Estrasburgo en 2 días. Colegios y residencias universitarias los rodean en el barrio que Europa erigió para fijar aquí su capital, conteniendo el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y el Tribunal de los Derechos humanos, entre otros.
Página de interés:
https://www.visitstrasbourg.
Esperamos que te haya útil “Conocer Estrasburgo en 2 días”.
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