Europa

RUTA DE LA TOSCANA DE 8 DÍAS

Provincias de la Toscana

Datos de una Ruta de la Toscana de 8 días:

  • Día 1: Pisa – Lucca – Florencia: 1 hora y cuarto
  • Díá 2: Florencia – Siena – Monteriggioni – Greve in Chianti – Florencia: 2 horas y media aprox.
  • Día 3: Florencia – Montepulciano – San Gimignano – Florencia:  3 horas 45 minutos
  • Dia 4 : Florencia
  • Día 5: Florencia – Bolonia – Padua – Mestre: 3 horas y media.
  • Día 6: Venecia
  • Día 7: Mestre – Verona – Lago di Garda (Sirmione): 2 horas
  • Día 8: Lago di Garda (Sirmione) – Milán: 2 horas

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Día 1: Pisa, Lucca y un atardecer en Florencia

PISA

Comenzamos la ruta de la Toscana en 8 días volando directos desde Gran Canaria a Pisa. Pisa iba a ser destino de una sola noche. El avión llegaba a medianoche, así que sólo dormiríamos y al día siguiente cotillearíamos la ciudad. Por ello decidimos alojarnos en una pensión de las más baratitas (sólo pedíamos baño propio y limpieza).

Ni teníamos baño propio (sólo un lavamanos en la habitación en el que salía agua marrón) ni estaba limpio. Las camas parecían sacadas de la cárcel de Alcatraz, con unos colchones de poco más de 5 cm de grosor y unos muelles que se clavaban en la espalda.

Este inicio tan inhóspito no tendría nada que ver con lo que nos depararía el resto del viaje. De hecho, la propia Pisa nos sorprendió para bien. Esperábamos poco más que la famosa torre ladeada. Pero nos recibieron calles llenas de ese color ocre tan característico de la Toscana, callejones empedrados, gente amable y una agradable mañana que nos supo a poco.

LUCCA

En Pisa alquilamos un coche y nos dirigimos a nuestro hotel a las afueras de Florencia, no sin antes pasar por la bella Lucca. Las calles de esta pequeña ciudad se disponen en círculo alrededor de una bonita plaza: la Plaza del Anfieteatro. Caminando por el pueblo nos encontramos con la Catedral de San Martín, la Torre Guinigi, de época medieval, o las distintas puertas que nos invitan a entrar en el increíble casco histórico. Lucca fue una de las mejores sorpresas del viaje sin duda: MUY RECOMENDABLE.

Lucca, primera parada de nuestra Ruta por Italia en 8 días

FLORENCIA

Después de deleitarnos con la comida italiana seguimos camino hacia Florencia. El hotel elegido fue I Parigi Corbbinelli B&B, una especie de palacete o pequeño castillo, muy acogedor y perfecto para visitar la Toscana durante el día y cenar en la bella Florencia ya de vuelta.

Dejamos los bártulos en el hotel y nos dirigimos a la capital de Toscana. Íbamos a disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad al anochecer, cuando ya las farolas empiezan a despertar: El mirador de la plaza de Miguel Ángel no defraudó.

Florencia desde la Plaza de Miguel Angel

Día 2: Toscana

Despertamos con vistas a la campiña, prados verdes salpicados de pequeños pueblos con una estética que no rompe el paisaje, viñedos, tranquilidad, y colores pardos y verdes por doquier. Las legañas aún las teníamos pegadas y el día ya nos había impactado.

Tras un completo desayuno nos dispusimos a conducir por carreteras sinuosas, entre prados y colinas, dejándonos llevar. Es de lo mejor de nuestra ruta por Italia en 8 días: perderse en estas carreteras y dejarse sorprender. De pronto nos recibía en el horizonte un pueblo medieval con sus características torres y casas de piedra, y sus calles adoquinadas. Delante de nuestros ojos pasaba pueblo tras pueblo a cada cual más bonito.  

Os podríamos nombrar numerosos pueblos y pequeñas ciudades que visitamos, pero dos de ellos se convirtieron en imprescindibles a visitar en una ruta por la Toscana: Siena y Monteriggioni.

SIENA

Siena es una bonita ciudad medieval. La Piazza del Campo es el corazón del centro histórico de la ciudad. Con su forma de abanico te llama a pararte a contemplar el pasar de las gentes y las elegantes fachadas de los edificios históricos de ladrillo como el Palazzo Pubblico y la Torre del Mangia, de casi 90 metros de altura, desde la que se obtiene una preciosa vista de la ciudad. Esta plaza alberga cada año la carrera de caballos del Palio.

Pero en nuestro camino para llegar a la plaza paseamos por las calles adoquinadas de la ciudad, repletas de tiendas y restaurantes, encontrándonos de pronto con palacios como el Palazzo Piccolomini o el Palazzo Salimbeni. Impresiona la fachada del Duomo, la Catedral gótico-romana de Siena. Otros de los lugares que ver en Siena son la Basílica de Santo Domingo o el Castillo de Santa Bárbara.

Siena, imprescindible en una ruta por Italia en 8 días

MONTERIGGIONI

A unos 25 minutos en coche de Siena se encuentra Monteriggioni, un pequeño pueblo medieval con tan sólo unas 50 casas. Quizás sea el tamaño del pueblo, pero una vez traspasas la muralla que lo rodea, parece que viajáramos al pasado. El pueblo parece mantener la esencia de siglos pasados. De hecho, conserva los muros y las torres de la muralla construida en el s. XIII.

La Plaza de Roma cuenta con varios locales donde comer o tomar una buena copa de vino mientras se contempla la Iglesia de Santa María, una pequeña iglesia románica, construída también en el s.XIII.

VALLE DEL CHIANTI

No nos queríamos despedir de la Toscana sin recorrer al menos parte del Valle del Chianti, así que pusimos rumbo a uno de sus pueblecitos más característicos: Greve in Chianti. Se trata de un pueblo con mucho encanto. Tiene una curiosa plaza en forma triangular rodeada por arcadas en las que se disponen tiendas y restaurantes. La plaza acoge cada sábado un mercado gastronómico. Nos gustó mucho el Convento de San Francisco, que aloja el Museo de Arte Sacro. Y claro, nos encantó el vino de la zona.

Greve in Chianti

Día 3: más Toscana

MONTEPULCIANO

Montepulciano es otro de los pueblos medievales, con casas y calles de piedra en el que se respira historia. Se alza encaramado en una colina por lo que recorrerlo supone subir calles empinadas hasta quedarnos sin aliento.

Si se entra por la Porta al Prato se iniciará el ascenso a través de la vía principal hasta llegar al punto más alto: la Piazza Grande. En ella se encuentra la Catedral, así como el Palazzo Communale. Fue elegido como telón de fondo para alguna de las escenas de la saga «Crepúsculo», o de la película «El paciente inglés».

Fuera de los muros de Montepulciano se encuentra otro de sus atractivos: la Iglesia de la Madonna de San Biggio.

SAN GIMIGNANO

Decidimos dejar San Gimignano para la última hora de la tarde porque es uno de los pueblos más visitados de la Toscana y ver sus calles repletas de gente no es lo mismo que poder ver los adoquines de la calle y pasear con tranquilidad. Es un pueblo medieval cuyo casco antiguo ha sido declarado Patrimonio Histórico.

San Gimignano es conocido como «La Ciudad de las Mil Torres«.  Todavía se conservan 14 de las más de 70 torres medievales que llegó a albergar el pueblo. Un paseo por este pueblo es un viaje al pasado. 

San Gimignano

Día 4: Florencia

MAS FLORENCIA

¿Qué decir de Florencia? En las 3 noches que pasamos en la Toscana no dejamos de visitarla por la noche, para cenar o para admirar las vistas desde la plaza de Miguel Angel. Reservamos un día y medio para recorrerla. Mi abuela decía que poner una mano sobre una piedra de Florencia es tocar arte. Y es que paseando por sus calles así lo parece.

ARTE VENECIANO

Buena parte del arte italiano se concentra en la Galería de los Uffizi, de imprescindible visita. Y la Galería de la Accademia, célebre por alojar el David de Miguel Ángel, también nos parece ineludible. Por muchas veces que hayas visto esta obra en fotografías, vídeos, documentales que te acercan al detalle, verla en vivo y en directo impresiona.

La Piazza della Signoria alberga el Pallazo Vecchio, sede actual del Ayuntamiento de la ciudad, construido en ladrillo rojizo y con una torre de 94 metros. La plaza se convierte en un museo al aire libre, con la Loggia dei Langi, la réplica del David de Miguel Ángel o la Fuente de Neptuno.

Cruza el río Arno el famoso Ponte Vecchio, con sus características casas y tiendas colgantes. Se trata de un puente medieval, de los pocos que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial y que se ha convertido en símbolo de Florencia.

Ponte Vecchio

CATEDRAL DE VENECIA

Impresiona la Piazza del Duomo de Florencia, donde nos recibe la monumental Catedral de Santa María del Fiore, una obra maestra del renacimiento, recubierta de mármol blanco y verde, tan característica de la ciudad. Uno de sus atractivos es la Cúpula de Brunelleschi, a la que se puede subir para obtener una preciosa vista de la ciudad. Subiendo te acompañan los frescos que representan escenas del Juicio Final.

Unida a la Catedral se encuentra la torre del campanario, el Campanile de Giotto, de más de 80 metros de altura, a la que también se puede subir por unos facilongos 400 escalones. Además, en la plaza se encuentra el Baptisterio de San Juan, o Battistero de San Giovanni, con su impresionante Puerta al Paraíso, de Ghiberti.

No solo de Duomo vive Florencia. La cantidad de iglesias y edificios apabullantes te rodean mientras vas ganando tortícolis de tanto mirar arriba, cansancio de subir y bajar edificios, y sapiencia de buen café.

Duomo de Florencia

Día 5: de Florencia a Venecia

 

NORTE DE ITALIA

Abandonamos la Toscana para dirigirnos al norte de Italia. Nos tocaba uno de los trayectos más largos de nuestra ruta por Italia en 8 días. De Florencia debíamos llegar a Mestre, población a las afueras de Venecia.

BOLONIA

En el camino visitamos Bolonia, de la que sólo conocíamos sus característicos soportales de color ocre y terracota que le otorgan el apodo de «La Ciudad Roja«. Pero descubrimos que Bolonia es una bonita ciudad universitaria, con una de las mejores gastronomías y con un casco histórico de lo mejor conservado.

Soportales de Bolonia

Que Bolonia sea destino de numerosos estudiantes no es casualidad. Aquí se fundó la que se cree segunda universidad más antigua de Europa. El Palacio renacentista Archiginnasio acogió la universidad y hoy puede visitarse.

Los estudiantes se reúnen en la gran Piazza Maggiore, donde se dan cita el Palazzo Communale, sede del Ayuntamiento, el Palazzo de Podesta, uno de los más antiguos, acompañado de la torre dell’arengo, así como la Basílica de San Petronio, patrón de Bolonia.

En la plaza encontramos también la estatua de bronce de la Fuente de Neptuno, el mayor ejemplo de las 60 fuentes con las que cuenta la ciudad, que ha sabido aprovechar como recurso el hecho de estar construida sobre canales.

Desde casi cualquier punto de la ciudad resulta difícil escapar a la mirada de las Torres Asinelli, de casi 100 metros de altura, y Garisenda (la mitad de alta). En la primera pueden subirse los 500 escalones que te alzan a divisar una preciosa vista de la ciudad.

Otro de los lugares que visitar en Bolonia es el antiguo palacio modernista que hoy, tras haber sido sede de la Bolsa, es un centro cultural de estilo modernista que bajo un suelo de cristal guarda ruinas romanas y etruscas.

La ciudad de Bolonia esconde además varios secretos, de los cuales te podemos desvelar la ventana Finestrella, que se abre en la Vía Piella y te deja ver uno de los canales de la ciudad.

Después de degustar la famosa gastronomía de Bolonia, seguimos rumbo al norte. Antes de llegar a Mestre decidimos parar a tomar un buen café en Padua, una ciudad de la que no habíamos oído hablar pero que nos sorprendió gratamente.

PADUA

La ciudad cuenta con una de las universidades más antiguas (la tercera de Italia), lo que le ha conferido un ambiente universitario que se mantiene con los años y que acoge a numerosos  estudiantes erasmus. La universidad gestiona el Jardín Botánico, uno de los principales atractivos de la ciudad y declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1997.

En Padua destaca la amplitud de la plaza «Prato della Valle», de época napoleónica y en la que podemos admirar decenas de estatuas de personajes ilustres. Otro de sus lugares de interés es la Capilla de los Scrovegni, que alberga numerosos lienzos de Giotto.

MESTRE

Dejamos atrás Padua para dirigirnos a Mestre. Una de las cosas que nos sorprendió mucho durante el trayecto es que en kilómetros de carretera, no vimos nada «feo». Nos preguntábamos dónde estaban las ciudades dormitorio que tanto se ven en nuestro país, dónde se escondían los polígonos industriales, o dónde los pueblos abandonados…

El paisaje nos dejaba enamorados a cada paso. Llegando a Mestre ya empezamos a vislumbrar el lujo veneciano: comenzaron a sucederse palacetes espectaculares, y nos imaginamos vidas de millonarios, quizás algo tristes y solitarios. Extraño. El paisaje tenía un toque distinto del hasta ahora visto.

Elegimos Mestre para dormir por la gran calidad precio de sus hoteles en relación a lo que ofrece la isla de Venecia. Es cierto que pasar la noche sobre los canales de Venecia le da un encanto especial, pero hay que pagar por ello, y bastante. Esta vez decidimos probar en Mestre y no nos decepcionó.

Nuestro consejo si vais en coche es dejar el coche en Mestre e ir a Venecia en bus. Son muchos los autobuses que conectan Mestre con la Plaza de Roma en 10 o 15 minutos por euro y medio el billete. Sin embargo, si llegáramos en nuestro propio vehículo tendremos que dejarlo en alguno de los aparcamientos de la plaza que son mucho más caros de los que podemos encontrar en Mestre. A nosotros nos pareció muy buena opción, aunque, claro está, si puedes permitirte un buen hotel en plena Venecia seguro que disfrutarás de la experiencia.

Para consultar la frecuencia y rutas de los autobuses puede consultarse la página oficial: http://www.actv.it

Día 6: Venecia

 

Amaneció lloviendo a cántaros. Desayunamos esperando que la lluvia nos diera un respiro. Pero el cielo seguía negro y las gotas seguían cayendo a borbotones. Nos dijimos que eso podía darle a Venecia un aire distinto al que estábamos acostumbrados. Y no nos equivocábamos. Cogimos paraguas y nos fuimos en guagua hasta Venecia.

PLAZA DE SAN MARCOS

Nos recibió una ciudad distinta a la que en otras ocasiones habíamos visitado. La Plaza de San Marcos vacía. Se podía pasear por el puente Rialto sin tener que ladear el cuerpo para hacerte hueco entre la multitud. Las góndolas se mecían abandonadas en los canales. El cristal de Murano esperaba tras el escaparate a que algún turista perdido como nosotros se dignara a pagar por él. 

Venecia es una ciudad preciosa, con una magia especial, pero el turismo en masa que invade sus plazas, sus puentes y sus canales le resta esencia. Pero es que además nos sorprendió una exposición de uno de nuestros artistas favoritos: Gustav Klimt, en un entorno perfecto como es el Museo Correr en la Plaza San Marcos.

Basílica San Giorgio Maggiore

Ya habíamos visitado la ciudad así que nos dedicamos a pasear con la tranquilidad que nos regaló la ligera lluvia y decidimos dar un salto a la colorida Burano en el único día que habíamos reservado para Venecia en nuestra ruta por Italia. Pero Venecia cuenta con suficientes atractivos como para dedicarle al menos un par de días.

No podemos de dejar de señalar como imprescindibles en Venecia la Plaza de San Marcos, con el Palazzo Duccale y la Basílica de San Marcos, el Puente Rialto, apreciar la Basílica de San Giorgio Maggiore desde la Riva degli Schiavoni.

Recomendamos darle un respiro a vuestras piernas usando el vaporeto para disfrutar así de otra perspectiva del Gran Canal y acercarse a alguna de las islas. Nosotros nos quedamos con Burano.

Por supuesto, docenas de películas han rodado parte de sus escenas en las románticas calles de esta ciudad.  Pero nos gustaría destacar dos de nuestro gusto muy distintas, como son «Casino Royale», y «Muerte en Venecia».

Día 7: De Mestre al Lago di Garda

VERONA

Desde Mestre pusimos rumbo a Verona, la ciudad de los enamorados y una de las ciudades que más nos gustó de nuestra ruta por Italia en 8 días. Muchos viajeros llegan a Verona en busca de la Casa de Julieta para dejar su mensaje de amor en la puerta cubierta ya de la escritura de miles de personas atrapadas por un amor. La casa es del s. XIII, pero el balcón se añadió en 1928.

El Arena de Verona es mayor anfiteatro de Italia detrás del de Roma. Es uno de los más importantes de la época romana. Disfrutar de uno de los conciertos de ópera que se celebran en su interior debe ser una maravilla.

Otro de los puntos principales de Verona es la Piazza delle Ebre, donde se encuentra la Torre dei Lamberti, que con sus 84 metros de altura constituye el mejor mirador de la ciudad.

Verona

SIRMIONE

Después de comer en Verona nos dirigimos a Sirmione. Se supone que es el pueblo con más encanto del Lago di Garda. La vista del lago nada más aparcar el coche en las afueras ya nos impresionó. No en vano, es el lago más grande de Italia y se encuentra al abrigo de los Alpes.

Lago di Garda

Entramos en el pueblo de Sirmione a través de su fortificación medieval, a partir de la cual comienza la península que se adentra en el lago y que constituye el casco histórico. El pueblo cuenta con varios lugares de interés como el Palazzo Maria Callas. En este pueblo, concretamente en Jamaica Beach, se grabó una escena de la peli «Call Me By Your Name».

Nuestra idea era disfrutar más de toda la zona del lago Di Garda y quedarnos a ver el atardecer. La mala fortuna hizo que aunque nos recibiera un día espectacular, también una nube de mosquitos así lo hiciera… y una de las componentes de este equipo es alérgica a las picaduras de mosquitos, así que tuvimos que dejarlo para otra ocasión.

Creemos que esta zona puede merecer más de un día: un viaje dedicado a explorar los alrededores y no sólo tener una perspectiva general del lago y de Sirmione y combinarlo con el Lago Como.

Si estás planeando tu ruta por Italia en 8 días piensa si puedes arañar un par de días más para alojarte aquí. Seguro que completas la ruta casi perfecta (la perfección, además de no existir, nos requeriría mucho tiempo, del que la mayoría no disponemos tanto como nos gustaría).

Día 8: Milán y vuelta a casa

MILÁN

Tras el desayuno nos dirigimos a Milán a intentar aprovechar cada minuto de nuestro último día en la capital de la moda italiana.

Lo primero que vimos de Milán, después de un corto paseo, fue la plaza del Duomo, con su impresionante Catedral de mármol blanco y rosado, de estilo gótico. Se puede acceder a la terraza de la Catedral y obtener así unas maravillosas vistas de la ciudad.

La plaza del Duomo está conectada a la plaza de La Scala por la Galería Vittorio Emanuele II, que abruma por su elegancia.

 

En la plaza de La Scala se encuentra el famoso teatro de ópera del mismo nombre, que ha acogido a los más célebres del mundo de la ópera.

Nosotros no tuvimos tiempo de entrar a ver el interior de la Iglesia de Santa María delle Grazie, donde Leondardo da Vinci pintó «La Última Cena», pero es uno de los imprescindibles de Milán y conviene reservar con antelación la cita.

Tras pasear por el Cuadrilátero de Oro, y el Barrio de Brera, nos despedimos de Milán para volver a casa desde Bérgamo, terminando así nuestra ruta por Italia en 8 días.

Italia siempre nos deja ganas de repetir. Volveremos si la vida nos lo permite.

¿Y a ti? ¿Algún rincón de Italia te ha robado el corazón?

 

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Isabel Bautista García

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