Son muchas las dudas que surgen cuando estás embarazada. Y para las mamás viajeras el primer interrogante que nos viene a la cabeza es ¿puedo volar y viajar embarazada?
Nos enteramos que estábamos embarazados un 6 de enero. Dos días después salía nuestro avión destino al Caribe. Habíamos alquilado un velero con amigos para recorrer varias islas durante 10 días.
Nos miramos y pensamos ¿Y ahora qué? ¿Podré viajar en barco? ¿Y las náuseas del primer trimestre? ¿Y la comida? No nos daba tiempo a hacernos un chequeo para comprobar que todo iba bien, sólo teníamos las dos rayitas en el test de farmacia. ¿Y si algo no va bien?
Con todas estas preguntas en la cabeza, el mismo día 8 de enero, dos horas antes de la salida del vuelo, llamé a mi ginecóloga. Me dijo que era decisión mía, que viajar en un velero no era lo más cómodo pero que por lo demás tendría que tener las mismas precauciones que en casa. “Pues si el problema son las posibles náuseas nos vamos” le dije a David. Lo peor que podía pasar era que me mareara y lo pasara mal en el barco, así que decidimos que si eso ocurría, nos bajaríamos y buscaríamos un alojamiento en tierra. ¡Ala! ¡al aeropuerto!
Cuando aterrizamos en Londres tenía varias llamadas perdidas de mi hermano, médico de profesión y el tío de la criatura. Le llamé ya algo extrañada. “Isa, la OMS recomienda no viajar embarazada al caribe por riesgo de contraer Zica”.
Se paró el mundo. Sentí mis ojos humedecerse.
Mi hermano continuó: “Es verdad que el riesgo es mínimo, hay muchos menos casos que hace un año, pero te lo tenía que decir”.
Cuando estás embarazada lo único que quieres es que todo vaya bien. No se trata de ser excesivamente meticulosa, de no salir apenas de casa, de actuar como si estuviéramos enfermas, porque no lo estamos. Pero es cierto que es una situación que se da una o pocas veces en la vida, por la que muchas parejas o mujeres luchan durante años, y que merece la pena tratar con mimo.
Posiblemente podría haber viajado al Caribe. Quizás un repelente de mosquitos hubiera sido suficiente para erradicar el problema. Pero yo no estaba tranquila. Atraigo a los mosquitos como si mi piel fuera una diana para ellos, y me imaginaba preguntándome con cada picadura si el bicho me habría contagiado la enfermedad. Y los viajes son para disfrutarlos. Así que decidimos cancelar, con las pérdidas económicas que ello supuso.
¿Y ahora? Había que reinventarse. Estábamos en Londres, un 8 de enero, con un frío que pela, y con una mochila de 15 kilos a la espalda repleta de ropa de verano y bañadores. Nos reinventamos y nos hicimos una ruta entre Londres y Bristol, y de ahí cogimos un vuelo a Roma, donde disfrutamos de 5 días maravillosos.
Siempre que no tengamos un embarazo de riesgo y que todo vaya con normalidad, estar embarazada no es un impedimento para viajar. En cualquier caso, es conveniente consultar con tu obstetra. Pero para nosotros lo más importante era sentirnos cómodos con el destino elegido. Buscamos sentirnos seguros respecto a la atención médica que pudiéramos necesitar, la comida y bebida local, los medios de transporte que utilizaríamos, etc.
Nosotros hicimos ese viaje improvisado por el sur de Inglaterra y Roma con apenas 6 semanas de embarazo. Nos dimos una escapada al Pirineo aragonés con 3 meses de gestación. Con una barriga de 6 meses nos fuimos a Menorca, donde hubo caminatas por el camí de cavalls en las que la gente me miraba como si estuviera loca por andar por ahí con mi barriga. Y con 8 meses nos fuimos a Fuerteventura, nuestra última escapada antes de ser papás.
Los viajes en coche son relativamente cómodos para las embarazadas. Si optas por viajar en coche usa un cinturón de seguridad especial para embarazadas y haz paradas cada 2 horas (si es que no lo necesitas cada menos) para estirar las piernas.
Mejor en tu propio coche que en guagua o autobús. Los autobuses no suelen tener baños y además no se permite andar por los pasillos y las paradas para descansar suelen hacerse al cabo de unas cuantas horas.
Para viajar en avión debes consultar las restricciones de cada compañía aérea. Algunas permiten viajar muy avanzado el embarazo siempre que cuentes con un certificado médico. Otras compañías no admiten volar a partir de una determinada semana de gestación. Si eliges viajar en avión es recomendable escoger un asiento en pasillo para poder estirar las piernas, volar con ropa y calzado cómodo e hidratarse muy a menudo. Si el cinturón de seguridad no es lo suficientemente ancho, puedes pedir un extensor.
El tren es un medio de transporte estupendo para viajar embarazada. Te permite moverte con libertad por los vagones, los baños son más cómodos que los de los aviones y es más rápido que el coche.
Viajar en barco no es lo mejor estando embarazada. Las náuseas del primer trimestre pueden hacerse aún más molestas con el vaiven de las olas. Si hablamos de cruceros, la comida de los buffets, precocinada y que suele permanecer varias horas a temperatura ambiente, puede ser una fuente de infección de la listeria. Además, en el tercer trimestre deberás consultar las restricciones de las distintas navieras.
A la hora de elegir destino es importante que te informes sobre las vacunas recomedadas y si son compatibles con el embarazo.
Respecto a las limitaciones en la alimentación durante el embarazo, aquí también es cuestión de hacer aquello con lo que te sientas segura. Comer un poquito de jamón ibérico de bellota del bueno bueno no te va a hacer daño. Pero si después de comerlo vas a quedarte pensando durante días en lo arriesgado de tu antojo, pues mejor no comerlo… En mi caso, comí un poquito de jamón, brindé con vino, y comí ensalada en restaurantes. Pero me preocupaba de que la tortilla estuviera bien cuajada, la carne extra hecha, no comía atún ni alimentos crudos, y un largo etc. Lo que sí hacía siempre es beber agua embotellada.
Si optamos por viajar a un destino donde las costumbres culinarias son distintas a las nuestras, y nuestro idioma también distinto, quizás nos sintamos inseguros a la hora de pedir y comer determinados alimentos. Así que mi consejo es que pienses también en esto a la hora de elegir donde viajar.
Es importante que incluyas en la documentación para viajar la cartilla de embarazo y un certificado médico (sobre todo cuando la gestación está avanzada). Además es conveniente viajar con seguro médico.
Se puede viajar embarazada. Sólo tienes que elegir un destino con el que te sientas segura, consultar con tu obstetra e informarte sobre las limitaciones que ponen las compañías de transporte y las precauciones a tener en cuenta.
Si quieres conocer como fue nuestro viaje a Menorca con una barriga de 6 meses, pincha https://despacitoporelmundo.com/menorca-en-5-dias/
10 CONSEJOS PARA HACER LA MALETA A TAILANDIA que nos hubiera gustado saber antes de…
Nosotros recomendamos no alquilar un coche para recorrer la costa amalfitana. Sus carreteras son estrechas,…
Cómo moverse por la isla de Capri es muy cómodo, sencillo y hasta barato.
Sí, es posible hacerte una buena idea de la esencia de Palma de Mallorca
La Sierra de Tramontana es naturaleza e historia. Hay mucho que explorar, pero te ayudamos…
10 cosas que debes saber antes de planear tu viaje a Tailandia. Te serán muy…