CONOCE BALI EN 10 DÍAS
El trayecto que te proponemos incluye: UBUD, ISLAS NUSA, ISLAS GILI, PENÍNSULA DE BUKIT, Y SEMINYAK
No todo el mundo tiene un mes para viajar. Si tienéis solo 10 días para ver Bali, o incluso menos, seguramente aquí resolveremos muchas de las dudas que puedas tener respecto a tu próximo viaje a Bali. Aquí te contamos qué no te puedes perder de Bali.
DATOS PRÁCTICOS:
-1 euro equivale más o menos a 15000 rupias. Hay oficinas de cambio fiables en los aeropuertos.
-El transporte público no es bueno. Busca alquiler de motos, coche, o conductor/taxista.
-La isla es Hinduista, no musulmán como casi toda Indonesia.
-El regateo no forma parte de su cultura tanto como nos pensamos. Hay precios prefijados, como los taxis.
-No hacen falta adaptadores para los enchufes españoles.
-La oficina de turismo de Bali tiene una útil web aquí: https://balitourismboard.or.id/
-El aeropuerto de Bali (Ngurah Rai o Denpasar) también tiene una útil web donde te informa de los vuelos, servicios en las terminales, y transporte a/desde el aeropuerto aquí: https://bali-airport.com/en. En cuanto a areolíneas, nosotros te recomendamos Qatar airways porque siempre hemos tenido buenas experiencias con ellos. Los asientos son más anchos que en otras compañías, así como un muy buen servicio y entretenimiento.
Un año después de casarnos decidimos celebrar nuestro primer aniversario con 10 días en Bali, o “isla de los dioses”, en Indonesia. Era el mes de septiembre, que es temporada alta. Yo ya había estado 2 veces en ésta isla alucinante, y llevaba años tratando de explicarle a Isa que aunque es una isla muy turística, es un destino con un algo muy especial que hay que experimentar alguna vez en tu vida. No sé si es por un tipo de exotismo que te envuelve como en muy pocos lugares. Pueden ser los olores que emana a cada paso. No sé si es por la gente local tan agradable. No lo sé.
Bali es una isla que cuando llegas te atrapa. En seguida piensas que allí podrías encontrar una felicidad paralela a la que ya tienes. Te pones a soñar qué harías y cómo vivirías si te “obligaran” a permanecer un año o unos meses en ésta isla. Es como si un “yo” que conoces se soltara más de la cuenta y tú simplemente no hicieras nada por impedírselo. Al llegar enseguida te relajas con lo primero que se encuentran tus ojos entrecerrados, por ejemplo, una fría Bintang (cerveza local); y entonces te haces el loco al primer sorbo. Eso es, más o menos, la isla de Bali para nosotros.
Para recorrer Bali a nuestro aire tenemos varias opciones:
1-Alquilar un coche o moto: esta es una muy buena opción, por la libertad que te da y lo barata que resulta. Pero nada más poner un pie en Bali nos dimos cuenta que nosotros no estábamos hechos para conducir en ese caos, así que optamos por la segunda opción.
2-Contratar un coche con conductor: es la opción más cómoda. Tú marcas la ruta durante la mañana, tarde o día completo, además el conductor por lo general puede hacerte de guía si tu quieres. En torno a 80 dólares por día es lo que nos costó.
3-Moverte en taxi: para los taxistas existen unas tarifas preestablecidas para evitar problemas que ya han debido ocurrir con los extranjeros. Suele haber señales con listados de precios tanto en paradas de taxi como en hoteles. No es barato, pero nos puede sacar de un apuro.
4-Transporte público. Es lo más barato y sólo apto para valientes. Son los menos prácticos, pero si tienes mucho tiempo y poco dinero, por menos de medio euro por trayecto puedes montarte en sus rutas.
PRECIOS DE HOTEL Y COMIDA
Bali está hecha casi para cualquier presupuesto. Estuvimos en hoteles de todo tipo en los 10 días en Bali . Los hay desde 10 euros la noche, hasta el lujo más caro. Puedes moverte en transporte público o pagar por un coche lujoso con chófer y champán incluidos. Hay chiringuitos de playa por 5 euros, y restaurantes que competirían en Europa por caros. Hay tiendas chic en Seminyak, y mercadillos a precio de ganga por doquier.
Íbamos de aniversario a disfrutar de 10 días en Bali, así que decidimos gastar más de lo habitual en hoteles (aún así no gastamos más de lo que nos costaría un hotel de calidad media en el centro de Madrid). La media fueron unos 100 euros por noche en habitación doble. Las comidas las hicimos prácticamente todas en warungs o restaurantes locales.
Días 1 y 2: Ubud
Nuestro viaje de 10 días comenzó en Ubud, en el centro de la isla. El hotel parecía sacado de una película. Era el Hotel Villa Kalisat (90-100 euros/noche). El complejo estaba en medio de la frondosa selva de la zona que existe en las afueras del centro. Encontrar el hotel sin un taxista podría haber sido complicado. Pero la tranquilidad que emanaba del lugar remató el sueño que nos habíamos ganado después de 30 horas de viaje.
Ubud pueblo no es muy grande. Básicamente son 2 calles paralelas llenas de tiendas, cafés y restaurantes. Visitamos algún templo, el Sagrado bosque de los monos, y por supuesto, el mercado, aunque no llegamos a comprar, quizás porque el viaje acababa de empezar y no queríamos cargar bultos. Si os gusta el café, aquí hay varios sitios bastante “cool” con un café espresso espectacular. Pero tenemos especial buen recuerdo por la comida sencilla, rápida y rica de un local: “K.A.F.E”.
Cerca de Ubud (20 minutos en coche), os recomendamos visitar las cascada de Tegenungan. La entrada son 5000 rupias, y puedes darte un chapuzón muy rico. Nosotros no nos pegamos un madrugón precisamente (llegamos poco antes de las 10), y apenas había gente cuando llegamos. Pero sobre las 11 sí empezaba a llegar gente.
También cerca de Ubud nos impresionaron los arrozales de Tegallalang. El sitio, que es un valle, tiene bonitas vistas de los arrozales. Por supuesto, tenéis restaurantes para elegir…si lo que queréis es no ver turistas, éste no es el sitio. Pero realmente, ¿qué sitio cerca de Ubud no tiene guiris como nosotros a cientos?
Desde Ubud también nos acercamos a visitar el templo Pura Tirta Empul. El templo se erige sobre un manantial cuyas aguas tienen poderes curativos según la tradición, así que aquí llegan los fieles a sumergirse en sus aguas y realizar ofrendas. Nos pareció una visita interesante por acercarnos a la cultura y religión predominante en Bali.
Otra de las cosas que hicimos desde Ubud fue visitar un taller de plata y un espacio de tallado de madera, donde pudimos ver cómo trabajaban ambos materiales. No teníamos ninguna visita prevista a este tipo de lugares antes de llegar a Bali, así que respecto a esto nos dejamos llevar totalmente por las recomendaciones del conductor con el que recorrimos la zona centro de la isla.
Días 3 y 4: Nusa Lembongan y Nusa Penida
Después de Ubud, marchamos a las islas de Nusa Lembongan y Nusa Penida, al sudeste de Bali. Para llegar cogimos un barco desde Padang Bay, una playa que merece la pena visitar. Nuestra base estuvo en Nusa Lembongan donde nos quedamos 3 noches en un hotel bastante bueno en cuanto a calidad precio (unos 30 euros la noche la habitación doble). La habitación era una pequeña cabaña con un gran baño exterior (como casi todos los baños en Bali). Tenía una pequeña piscina y un agradable comedor con vistas al mar donde podías observar a los lugareños faenar en el cultivo de algas.
Desde Nusa Lembongan fuimos un día casi completo a Nusa Penida. La excursión a Penida estuvo muy bien, aunque seguro que la isla tiene mucho más que ver de lo que nos dio tiempo. La excursión la hicimos con los chicos de “Penida Aqua Blue”. Tenían varias opciones de precios dependiendo del número de sitios a visitar. Por unos 60 euros por barba nos llevaron por toda la isla en un coche con aire acondicionado sólo para nosotros dos. Las carreteras tenían unos baches que machacaban la espalda, eso sí. La excursión, de unas 4 – 5 horas incluyó sandwich y bebida. Destacamos Kelingking beach con su impresionante acantilado, donde casi perdemos nuestro dron, y Crystal Bay beach, una playa muy tranquila para terminar la tarde.
En cuanto a Nusa Lembongan, la isla la recorrimos en una vespa alquilada. Así como en Kuta no nos atrevimos porque ya nos contaron películas al respecto, en ésta isla todo es más tranquilo, aunque también sea turística. Y merece la pena recorrerla así, en vespa. Como playa, Sandy Bay beach está muy bien, con un club muy agradable para tomar algo e incluso con piscina delante del mar. Para los cafeteros, hay que ir a Cookies coffee shop.
Días 5 y 6: Gili Trawangan
La siguiente parada fue la isla de Gili Trawangan, una de las 3 islas Gili al nordeste de Bali. No visitamos ninguna de las otras 2 islas por falta de tiempo y porque la que viéramos, la queríamos ver bien. Eso sí, por playa y tranquilidad nos recomendaron Gili Meno, la cual no tuvimos tiempo de visitar. Pero cualquiera de las 3 islas está rodeada totalmente por una playa de arena.
Nos gustó conocer Gili Trawangan, pero prescindiríamos de volver si repitiéramos el viaje. La razón es que el trayecto para llegar desde Bali se nos hizo eterno. El barco se retrasó horas, y el embarque fue muy lento de pie bajo el sol abrasador. Una vez en camino parecía que el barco se iba a romper con cada ola. Averiguamos después que los retrasos e incluso cancelaciones de los barcos son habituales por oleaje y porque son de construcción antigua. Lo que tú planeas que sea hora y media de viaje se convierte en una mañana o tarde completos…y con suerte. Con un viaje de solo 10 días en Bali, es para replanteárselo.
Desembarcamos en la playa y cogimos un carrito tirado por caballos para llegar al hotel. En las islas Gili no hay coches ni carreteras de asfalto. Nuestro hotel estaba al otro lado de la isla, en el oeste. Íbamos de aniversario y quisimos darnos el lujo aquí (y en Seminyak). Si están dispuestos a gastarse 200 euros por noche, este hotel los merece sin ninguna duda. Un hotel pequeño, con 6 habitaciones con una decoración en blanco y azul, y una gran piscina casi a pie de playa, un servicio inmejorable y unos desayunos para chuparse los dedos. Al estar al oeste se encuentra en uno de los lugares más tranquilos de la isla y perfecto para ver atardecer. Por si alguno se anima a darse el lujo, el hotel se llama Hotel Villa Gili Bali Beach.
Gili Trawangan es extremadamente turística, y no la podemos imaginar con la luna llena, que es cuando se peta de australianos dispuestos a experimentar con todo tipo de drogas a la luz de nuestra señora luna. En cuanto a sus playas, nos decepcionó un poco. Íbamos con la idea de encontrarnos un pequeño paraíso, arena blanca y aguas turquesas y cristalinas. Quizás era por la época pero la costa estaba plagada de algas y coral. Eso sí, pasear por la arena dando la vuelta completamente a la isla es un bonito paseo y por supuesto que durante el camino nos dimos más de un chapuzón antes de continuar.
Para comer, fuimos a quizás el mejor restaurante del viaje, y eso que una vez llegados y sentados, nos dimos cuenta de que era vegetariano, que no es nuestro fuerte. El restaurante se llama “Pituq“. No os arrepentiréis, de verdad. Y como no podía faltar una recomendación de café, no perderse Kayu Café. Buen café y además puedes sentarte en la terraza de arriba con unas bonitas vistas o incluso vigilar la llegada del barco para tu vuelta a Bali.
Días 7 y 8: Bukit (península sur de Bali)
Nuestra siguiente parada fue ya de vuelta a Bali. La zona de la península de Bukit fue la elegida para unos días de relax absoluto. El hotel, La Joya II Biu Biu (unos 80 euros), fue el mejor del viaje en cuanto a calidad-precio. Estaba en un risco impresionante que caía en vertical hasta una cala solitaria a la que se podía acceder. Se podía alquilar moto también, y la zona es relativamente tranquila.
Una ruta por la península de Bukit
En la zona más sur disfrutamos mucho de un club que se llama Karma Kandara. Aunque en teoría podrías llegar en barca, realmente no se puede con el oleaje que allí abunda. Pagas una tarifa para poder entrar a su restaurante delante de una cala de cine. El precio incluye comida y bebida, aunque acabas consumiendo extra si te quedas allí toda la tarde. Muy buen espresso. No nos gusta ésta política donde restringen el acceso al público salvo pago. Pero una vez llegados allí (se tardaba 50 minutos desde el hotel), pecamos de capitalistas europeos, y aquí lo reconocemos.
De la zona, la playa de Dreamland nos sorprendió para mal. Siendo una playa muy bonita y con olas playeras surfeables divertidas, era tal la cantidad de negocios pegados al mar que habían surgido como setas estos últimos años, que agobiaba un poco y borró el recuerdo que yo en concreto mantenía de ella. Así que no duramos mucho allí. La playa de Balangan es la alternativa que recomendaríamos si hace buen tiempo y no demasiado oleaje, ya que puede ser muy peligrosa. Tiene sitios sencillos para comer, y cerveza Bintang fría a precios razonables.
En esta zona visitamos también la playa de Padang Padang, en la que recomendamos explorar más allá de la media luna de arena que te encuentras al bajar y perderte entre las rocas al abrigo del acantilado. Y no quisimos dejar de visitar Pura Luhur, o el Templo de Uluwatu al atardecer. Cuidado con los monos!
Días 9 y 10: Seminyak
Y por último quedaba Seminyak. Esta zona ofrece todo lo que puedas imaginar para unos días de playa, descanso y relax al tiempo que puedes inmiscuirte en el ambiente de beach clubs, tiendas, restaurantes.
Una sorpresa
Nos dieron una grata sorpresa en el hotel. Eran las dos últimas noches de 10 días en Bali y decidimos tirar la casa por la ventana eligiendo el lujoso hotel Anantara Seminyak como colofón para terminar el viaje. Habíamos pagado una habitación doble normal (200 eurazos), y nos subieron de categoría a una suite. Nosrecibió con un jacuzzi exterior repleto de pétalos de rosa, y un tentempié a base de fresas y chocolate. Todo muy afrodisíaco, jaja. No solemos viajar con estos lujos pero vaya si los disfrutamos. Te sentías millonario delante de la playa de Seminyak, que es preciosa. Pero ahí no terminó la sorpresa…
La segunda y última noche nos regalaron la penthouse, o equivalente a suite nupcial, que consistía en todo el último piso. No estábamos acostumbrados a este tipo de habitación. Pero se nos pasó rápido. Disfrutar de una piscina infinita privada para nosotros solos en el último piso, y con unas vistas increíbles de la playa de Seminyak, fue de ensueño. Desde allí nos atrevimos a sacar el dron y conseguimos unas imágenes que os recomendamos ver en nuestro vídeo. El concepto de lujo asiático debe ser lo que experimentamos en este hotel: atención exquisita, habitaciones cuidadas al detalle, desayuno espectacular…
Nuestros días en Seminyak
En Seminyak hay una ingente cantidad de restaurantes, tiendas y cafés. Es quizás lo menos balinés que hay en la isla , pero aún así, hay algo que te recuerda que todavía estás en Bali. Nos metimos en algunos de los clubs espectaculares para tomar un combinado, como el Ku-de-ta. Dedicamos un rato a mirar escaparates y entrar en alguna de las tiendas del lugar, no pudiendo evitar caer en artículos de artesanía local de ratán y algo de bisutería con diseños muy originales. Y siendo cafeteros no podía faltar nuestra búsqueda del mejor café del lugar. Así encontramos un café increíble, el “Revolver” café. Recomendamos que os llevéis café, cómo no, y más concretamente del tipo Sumatra Mandheling.
La despedida
Como en todos los viajes, nos despedimos de Bali dejando cosas por ver y experiencias por vivir. Se queda esa sensación de tener mucho mundo por ver pero al mismo tiempo querer volver a este destino. Conocer Bali en 10 días está muy bien, pero más tiempo estaría mucho mejor. Os lo podemos asegurar.
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